lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Cómo una ciudad consolidada puede ser mejorada?

Barcelona, una de las mejores ciudades del mundo....y sin embargo, una ciudad donde aún queda mucho por hacer, o mejor dicho, por descubrir. Uno de esos lugares es el que nos ocupa este cuatrimetre. El barrio más olvidado de Ciutat Vella: Sant Pere, Santa Caterina y la Rivera. En estas primeras entradas me dedicaré a dar a conocer a los bloggeros información que pueda servir de ayuda.

Hay que detectar la problemática del lugar, acotar los problemas, resolver el barrio; pero sin embargo, ver las virtudes y cualidades, también es necesario, y es algo en lo que quiero profundizar.

He de decir, que pese a estar en condiciones casi marginales, yo le veo un encanto especial, ese encanto de las ciudades medievales costeras. Aunque Barcelona ha perdido parte de esa identidad de ciudad de mar, ciudad de puerto, ciudad mediterránea; en los sitios más olvidados, seguimos encontrando estos rasgos. Huellas que deja el tiempo, difíciles de borrar,...

Yo quiero profundizar en este aspecto, es por ello mi búsqueda de información desde una mirada con carácter retrospectivo. O mejor dicho, mirando algunos de los valores que veían ya griegos y romanos al fundar una ciudad.
De repente, me viene a la cabeza la ciudad romana de Bolonia, en la costa de Cádiz. Esa ciudad con un sonido particular; un viento que es ciudadano inmortal; un olor a sal, atún, matorral,... Una ciudad de mar, es una ciudad de sentidos, de vida.

Apreciando las fotos del lugar, vemos la búsqueda incansable de esa vida fuera de un habitáculo. Todos los edificios con terrazas, la mayoría de ellos particulares, que se han hecho o aprovechado por los mismos obreros que llegaban allí. La necesidad de vegetación, en una simple maceta; de unas sillas y mesas para tomar aire; la necesidad de salir a la calle; la necesidad que hay de encontrar un lugar donde secar y airear la ropa; necesidad de luz;...necesidades que vemos de un lugar, donde la mayoría son inmigrantes de muy diferentes costumbres, pero que todos necesitan.

El vivir en una ciudad mediterránea, y además con mar, tiene grandes virtudes desde todos los aspectos, y esas virtudes, que van más allá de todo lo hecho por el ser humano, es lo que quiero recalcar en mi proyecto. Aún no se como, pero de momento, me quedo investigando, y quedándome con lo que más me interesa. Como ese olor a mar, ese sonido, esa humedad, esa temperatura, ese reloj que es el sol, en diferentes tonalidades,...

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